En el hall de entrada te reciben unos “vestidos – lámpara” y unas butacas inspiradas en ovejas. Y es que todo en este hotel es surrealismo, objetos sacados de contexto, “vestidos – mueble”, muebles que imitan animales… como en un sueño o en un cuento.
Cada habitación está decorada de una manera diferente y sus nombres indican su temática. La “Sweet room”, con unos cojines que imitan cupcakes o una lámpara de araña hecha de galletas y golosinas.
La “Alice’s Room” con una mesa que es una taza gigante.
“Half a room” es una habitación donde todo está partido por la mitad y con un juego de espejos, los objetos parecen enteros.
Todo en el hotel Moschino es un juego visual, un juego de sombras, de perspectivas…y la moda siempre presente y formando parte de la decoración.